Ayer 11 de marzo estuve en la Junta de accionistas del banco. Como siempre la zona central estaba ocupada por los directores de oficinas, con su corbata azul, que se dedican a aplaudir a FG en los momentos oportunos. El resto eran los típicos jubilados ociosos que tienen unas accioncillas. Para ocupar esa zona central todos los de la casa suelen acudir pronto al Euskalduna, y pasan antes de que se deje entrar al resto del publico, con lo que copan los lugares más visibles.
Tuvimos que aguantar el discurso tecnológico de FG, visionario del cambio digital que dice que va a a poner todo el sector bancario patas arriba.
En las intervenciones de los accionistas está en el guion que hablen todos los sindicatos, quejándose de lo que les afecta: falta de convenio, horas extras sin pagar, presión para que entren en el rollo digital que no es lo que quieren los clientes actuales...
Estas juntas no dejan de ser una farsa, ya que los que allí estamos, por mucho que nos digan que somos los propietarios, representamos una mínima parte del accionariado.
Las verdaderas juntas serán las reuniones que tengan los directivos con los representantes de los fondos soberanos, de inversión o de pensiones, que se juegan mucho mas en el asunto. Y si a alguno de estos fondos no le gusta como se lleva la gestión, en vez de sacar ruido y hacer que baje la acción de golpe, se desprenderán disimuladamente de sus acciones y dirigirán sus inversiones a otras compañías, con lo cual bajarán más discretamente.
Supongo que esto es lo que pasa en el BBVA, que desde que esta FG ha descendido su cotización notablemente. Sus grandes inversiones en EEUU y en Turquia puede que sean el futuro, como dice el presidente, pero hasta el presente son una ruina que no han dado grandes frutos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario