Este martes he ido a una charla de esta plataforma que se opone a la incineradora de Donosti y que ha presentado un plan alterntivo
En principio iba dispuesto a ser crítico con estos eco-perroflautas que se oponen a todo por principio, pero algunas de las cosas que dijeron tienen cierto sentido.
Ellos basan su critica en que el plan no ha sido debatido, (lo cual visto el poco criterio que tiene el pueblo tampoco es muy grave), pero también me aclararon algunas cosas que no se suelen decir.
Centraron sus criticas en que lo que más se quema en esta incineradora son plásticos y que no hay un estudio sobre lo que se podría producir al quemarlos,: dioxinas... y otros compuestos terribles
Según dijeron de los plásticos que metemos al contenedor amarillo, gestionado por Ecoenves, solo se reciclan los PET (polietilentereftalato) que son las botellas de agua y otras bebidas, que suponen el 29% mientas que el otro 71% se compacta, se empaqueta y se vende a otros países, (Africa, China,..) donde se quema por su alto poder calorífico.
Pero en la fracción resto, la del contenedor verde, también van otros plásticos que son no envases u otros rechazos, y al quemarlos se pueden producir estas dioxinas.
Su plan es que estos restos, junto con los orgánicos inertizados (es decir con un tratamiento bacteriano lento que haga que desaparezca toda la materia orgánica) sean depositados en vertederos inertes (que no atraigan ratas o gaviotas ni produzcan lixiviados).
Según dicen, por la incineradora habrá que pagarle 21 millones euros al año durante 35 años a la concesionaria Urbaser, ademas de otros gastos de mantenimiento, y que seria mas barato hacer la planta de inertizacion por 40 millones e indemnizar a la concesionaria con 200 millones y dejarla sin funcionar, tirando las 75.000 toneladas/año al vertedero en los próximos 35 años.
No les vi muy entusiasmados con el crecimiento del compostaje de los orgánicos, ya que ademas de una gran conciencion por parte de la ciudadanía necesitan dos camiones de ramas de poda por cada camión de orgánico que se composte, con el gasto de transporte que ello conllevaria.
Admiten que hay ciertas formas locales de disminuir los residuos, como el cerdo de Orendain, donde hay un porcino comunitario al que dan los orgánicos del pueblo. (Estos me han robado la idea de la txerrijana y el cerdo en la escalera que siempre he propuesto).
Se comentó el timo que supone Zabalgarbi (de FCC y Sener), donde quemamos las basuras de Bizkaia, ya que el 70% de la energía vienen del gas que se añade pero toda la electricidad que produce recibe primas como si todo fueran renovables, y aun así solo genera el 8% de los ingresos.
La basura normal, orgánica, no genera mucho calor ya que primero hay que secarla porque tiene mucha humedad, y es el plástico lo que mejor funciona energeticamente, aunque mezclado con la otra basura para que no se apelmace.
Lo que ya no me convence tanto es que magnifiquen el temor a las dioxinas, porque la basura en las incineradoras se quema a 800ºC y a esta temperatura pocos compuestos orgánicos son estables, y lo normal es que los anillos aromáticos de las dioxinas se deshagan. Ahí está el teflon que es el plástico más resistente que solo aguanta unos 400º C, así que estos otros compuestos clorados a esas temperaturas se desharían con más motivo.
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