Ayer fui a comprar un pac de calzoncillos nuevos, porque he visto que algunos de los actuales ya tenían agujeros. Esto no es grave, pero no me deja en buen lugar si tengo que lucirlos ante alguna señorita, cosa poco probable, o si me llevan a urgencias por algún achaque, algo con más posibilidades de ocurrir.
Así que me compré unos LeviS. Curioso nombre este de Levi. En la Biblia cuando le anunciaron a su bisabuelo Abraham que iba a ser padre de un gran pueblo, no le dijeron que también su bisnieto Levi iba a dar nombre a una gran marca de pantalones y otras prendas. No se lo creería si resucitase ahora.
Luego miré la etiqueta para ver donde estaban hechos y vi que procedían de Pakistán. No creo que viaje nunca a este país, ni que me lamente por ello.
No sabemos mucho de este estado surgido de la partición del territorio indio tras su independencia del Imperio británico. Las únicas imágenes que nos dan de Pakistan suelen ser de muchedumbres airadas protestando por algo en un clima árido y caluroso. Supongo que además habrá naves industriales muy ordenadas donde multitudes de obreros/as se dedican a cortar telas y coser pantalones o calzoncillos por un salario escaso, y que serán propiedad de algún rico pakistaní que igual tiene casa en Londres, donde estudian sus hijos.
Cuando Alejandro Magno llegó hasta el Indo después de conquistar Persia y fundar un montón de ciudades incluso en Afganistán, donde entonces no eran talibanes pero posiblemente eran igual de brutos, sus soldados se sintieron hartos de conquistar tantos países y le pidieron volver a sus casas, como así hicieron, al menos los que no se habían casado con nativas y habían creado hogares a lo largo de la ruta.
Tampoco los que vivían en aquel valle podían prever que 1000 años después vendrían unos beduinos de Arabia predicando a un profeta y que ello definiría su futuro y su separación de otros indues que no aceptaron la nueva fe.
Ademas de las calurosas tierras del valle del Indo, también hay magníficas montañas en Cachemira y el Hindu Kush, y aquí me acuerdo de mi compañero de estudios Ernesto que yace en alguno de aquellos glaciares. Era un muchacho noble y bueno, que junto con otros montañeros se embarcó en un viaje de aquellos en furgoneta hasta esas montañas, y perdió su vida en una escalada, sin que pudieran rescatar o traer su cuerpo. Allí se truncó una vida que hubiera dado muchos motivos de alegría al mundo.
En esta foto se puede ver al grupo antes de acometer su aventura. Ernesto es el primero de la derecha. Han hecho una pelicula- Tirich mir-que se ha presentado en el Mendi film de 2021
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